La última vez que vi el mar
- Claudia Gavi
- 14 abr 2023
- 2 Min. de lectura
Muchas cosas han pasado desde ese día en la playa, aun parece que fuera ayer cuando cogí el coche y me planté en la orilla del mar dispuesta a escribir mis propósitos de año nuevo.
Me gusta darle importancia a escribir mensajes al Universo. Así que, antes de ponerme manos a la obra medité y reflexioné sobre qué quería escribir en esa libreta en blanco que pronto se convertiría en una libreta llena de ideas, de conocimientos, de reflexiones y de abundancia.
Aun recuerdo sentir la arena fría bajo mis pies, observar frente a mi la bonita combinación de azules que componían un calmado mar y un brillante cielo, escuchar la brisa y las olas del mediterráneo chocando en la orilla y sentir el calor de los rayos de Sol que subían la temperatura de un vente-i-cuatro de diciembre. Fui con pocas cosas -menos es más-, un pareo, una bolsita con los cristales, una nueva libreta, un rotulador (siempre me gusta colorear mis textos), un boli y los zapatos en mano.
Puse mi pareo, coloqué mis cristales a cargar y me senté de piernas cruzadas junto a ellos para conectar con el mar una última vez ese 2022. Hice unas cuantas respiraciones profundas, conscientes y cerré los ojos. Empecé a observar dentro de mi el recuerdo de todo lo que había vivido ese año, me sentí infinitamente agradecida por todas las oportunidades que habían surgido y por todas las experiencias que había vivido hasta entonces.
Cuando sentí mi mente en paz, mi corazón en calma y mi cuerpo relajado, con consciencia plena, confiando en el Universo y en esta maravillosa vida que a mi alma le ha tocado vivir, empecé a escribir mis propósitos. Cositas, momentos y experiencias que quería vivir este próximo año, con honradez y coherencia con mi ser.
Y lo sentí, sentí que este 2023 iba a ser aún más increíble. Ese día, después de escribir mis propósitos, anduve por la orilla durante un buen rato, me inundé de calma y de la energía positiva que se siente al estar en contacto con la naturaleza y volví a casa para disfrutar de las fiestas con la familia y los amigos.
Y aquí estamos, abril, preciosa primavera. Han pasado muchas cosas desde entonces, entre ellos mi vigésima quinta vuelta al Sol. Aun no he podido compartirte todas las experiencias y aprendizajes que he vivido durante estos meses pero aquí estoy, en alma, mente y cuerpo, escribiendo des de mi nuevo salón mientras disfruto de los rayos de sol que entran por la ventana, sintiéndome infinitamente agradecida por haber cumplido tantos de mis propósitos y sintiéndome más conectada que nunca con mi ser.
Uno de mis propósitos es acompañarte a vivir en bienestar, a encontrar momentos de consciencia plena, a reducir el ritmo de esta vida tan ajetreada que llevamos y a encontrar el equilibrio entre tu mente, cuerpo y alma para vivir en coherencia.
Se vienen cositas nuevas muy pronto.
Un abrazo,
Clàudia
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